Ana Karina Álamo: “Quiero romper ese paradigma de que en la música todo tiene que sonar a perfección”

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José Rafael Rivero
Periodista y abogado venezolano radicado en España

«La distancia interior

Pierde medida,

Hasta la inmensidad».

Guillevic 

 

Ana Karina Álamo D’Alessandro es una destacada pianista venezolana que hoy reside en Costa Rica. Al cumplir su primer lustro de edad, estableció un maridaje con el piano que cada día se afianza de manera inquebrantable.

Hay en cada ejecución del instrumento: pasión, seguridad, técnica, inspiración, búsqueda de perfección y virtuosismo. Confieso que la primera vez que la vi, no podía creer lo que avistaron mis ojos.

Vieron a una caraqueña de suma delgadez y pequeña estatura, turgente, espigada, fina, desafiante y de sonrisa luminosa. La misma que hacía saltar los corazones del público, gracias a los años de dedicación que se hospedaron en su talento. Ella, ha cautivado audiencias en Austria, Alemania, España, Brasil y Estados Unidos.

Allí en el mítico «Weill Recital Hall» del Carnegie Hall en Nueva York, alguna vez, desbordó sus insaciables ganas de tocar el instrumento creado por el italiano Bartolomeo Cristofori.

En cada acorde y cada nota pulsada, Ana Karina Álamo avanza de manera inminente hacia el sueño de todo artista: alcanzar el reconocimiento y el aplauso en el mundo de la música.

Álamo nació en la capital caraqueña el 19 de marzo de 1982, en una familia de músicos. Ella está de visita en su Caracas natal y brindará un concierto mañana sábado 10 de junio en la Quinta de Anauco desde las 4.00 PM.

JRR: ¿Qué pretendes a través de este concierto? 

AKA: Para mí el mundo de la música no fue un hobby, fue más bien una segunda escuela. Iba al colegio en la mañana e iba también al colegio de música por las tardes. Este trabajo ha estado ligado con mucha disciplina, momentos de competitividad, nervios. Hoy día quiero dar conciertos de manera más relajada, sin dejar de lado las exigencias.

Quiero buscar otras cosas más que la perfección, más que el concierto sea el mejor. Quiero disfrutar, por ejemplo, de compartir escenario con otros músicos. Este concierto lo voy a compartir con Luis Julio Toro, un excelente flautista y eso genera ideas diferentes a los conciertos anteriores. Quiero también tocar el alma de las personas porque siento que vivimos en un mundo tan acelerado donde hay demasiadas exigencias.

JRR: ¿Habrá en el repertorio de este concierto alguna pieza que sirva de eje fundamental?

AKA: El programa de este concierto es muy bonito, en la primera parte habrá música clásica. Además de que escogí piezas que la gente conoce mucho porque es una nueva faceta en mí. Para este recital seleccioné las piezas que más me caracterizan, las que más me representan, con las que más me conecto.

Voy a tocar Claro de luna de Beethoven, porque es una pieza que todo el mundo conoce. Además la domino muy bien y va con mis sentimientos porque yo soy una persona muy apasionada. También voy a hacer unas obras de Chopin, La colonesa heroica, que era una pieza que le encantaba a mi abuela y me conecta de manera espiritual con mis ancestros y con el exilio. También voy a tocar un nocturno de Chopin y lo conecto con lo que hemos vivido nosotros los venezolanos.

La segunda parte va a ser pura música latinoamericana con Luis Julio Toro, y ahí sí vienen los ritmos latinos, es decir, haciendo cosas distintas.

JRR: ¿Cómo percibes a Caracas luego de tiempo lejos de ella?

AKA: He venido a Caracas los últimos dos años y he podido ver la caída de Venezuela muy bajo. Vine en una ocasión donde no había nada en las farmacias y en los supermercados había sólo un tipo de harina y de arroz. Eso me entristeció porque me preguntaba: ¿Cómo un país tan rico puede llegar tan bajo?

En esta oportunidad me alegra ver que hay de todo en los supermercados, pero también sé que hay dos realidades: una, dónde hay gente pasando mucha necesidad. No soy de las personas que dicen: «Venezuela está súper bien», pero me alegra ver que hay mucha gente emprendiendo y trabajando.

Por eso también quiero aportar mi granito de arena. Dándole a la gente cultura y educación. Demostrando que esos compositores también vieron momentos duros en sus países. Estoy contenta de ver a Caracas más bella.

JRR: ¿Cuál es el papel de una pianista como tú en la sociedad actual?

AKA: En mí caso quiero romper ese paradigma de que en la música todo tiene que sonar a perfección. Quiero demostrarles que no es necesario estar compitiendo, comparándonos. Cada quien tiene su brillo. Y en el exterior demostrar la belleza de nuestra música.

JRR: ¿Cómo lograr el nivel de ejecución que posees?

AKA: Estudié durante mucho tiempo con diferentes maestros, en Venezuela estudié con Olga López, en Nueva York con Salomón Mikovsky, un cubano y en Italia con Leonor Margarius, de nacionalidad ucraniana y él me dejó mucho sobre el tema de la técnica y la parte del sentimiento que es muy importante para mí. Pero eso no se puede explicar con palabras. Es una pregunta difícil de responder.

JRR: Hay una teoría que establece la relación entre sonido y color, es decir, que al escuchar una nota musical o una secuencia sonora puedes visualizar colores ¿Cuando ejecutas alguna pieza, qué colores percibes? 

AKA: ¡Me encantan tus preguntas! Depende del día en el que estés. Mi profesor me decía que él apostaba más a los pianistas hombres porque no eran tan fluctuantes como las mujeres.

Eso que él dice que no es así, es lo que más amo. Porque si un día estoy triste tocó piezas más tristes, piezas que me conectan más con esa emoción y entonces voy buscando ese color gris o ese color blanco.

Y si de pronto quiero cambiar esa emoción, entonces busco piezas más alegres y veo cómo mi ánimo va cambiando y me pongo a tocar música latinoamericana y joropos que son alegres y van cambiando los colores como dices tú.

JRR: ¿Qué pasa por tu mente cuando interpretas a Beethoven?

AKA: Beethoven me encanta porque me transmite fortaleza. Es una personalidad alemana de esas en donde encuentras lo estricto lleno de emoción y carácter. Es la perfección. Siento miedo, calma, tranquilidad, dolor, belleza, elegancia, es muy bello, lo amo…

JRR: ¿Cómo percibes la música tradicional de Venezuela?

AKA: Es alegría, es despertar, es El Ávila, es frescura, es sazón, ¡Gozadera! risas…, la amo con todo mi corazón. La música venezolana es lo máximo.

El concierto de Ana Karina Álamo promete ser una velada llena de emociones, donde los acordes se entrelazarán con la atmósfera histórica de la Quinta de Anauco, creando un momento mágico para los asistentes. Será una oportunidad única para presenciar el talento y la dedicación de una pianista excepcional, cuyas interpretaciones han conquistado corazones en diversos escenarios internacionales.

José Rafael Rivero

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